Muchas personas creen que conocen su tipo de piel, pero es uno de los aspectos más comúnmente malinterpretados del cuidado de la piel. Usar los productos equivocados puede llevar a brotes, sequedad o envejecimiento prematuro. ¿La buena noticia? Con una evaluación simple y honesta, puedes descubrir tu verdadero tipo de piel y comenzar a elegir productos que realmente funcionen para ti, como nuestro Suero de Ácido Hialurónico Concentrado o Crema Nocturna UltraDerm que se adaptan a múltiples tipos de piel.
Cómo descubrir tu verdadero tipo de piel
Paso 1: Entender los Tipos de Piel
Antes de probar tu piel, es útil conocer las principales categorías:
Normal: Equilibrada, ni demasiado grasa ni demasiado seca, con imperfecciones mínimas.
Graso: Brillante, particularmente en la zona T (frente, nariz, mentón), propenso a poros dilatados y brotes.
Seco: Piel tensa, escamosa o áspera con poco aceite natural.
Combinado: Graso en la zona T pero seco o normal en las mejillas.
Sensible: Fácilmente irritado, propenso a enrojecimiento, escozor o picazón.
Muchas personas confunden la deshidratación con la sequedad: la piel seca carece de aceite, mientras que la piel deshidratada carece de agua. Esta guía ayudará a aclarar cuál es cuál.
Paso 2: Limpia tu cara
- Usa un limpiador suave y no abrasivo.
- Seca tu piel con palmaditas – evita frotar.
- No apliques hidratantes, sueros o tratamientos.
Esta línea base neutral te permite observar el comportamiento natural de tu piel, facilitando la respuesta a la pregunta, “¿cuál es mi tipo de piel?”
Paso 3: Espera y Observa
Espera una hora después de limpiar.
Evita tocar tu cara durante este tiempo.
Toma nota de cómo se siente y se ve tu piel:
- Tirantez: probablemente seca
- Brillo: probablemente grasa
- Confortable, equilibrada: probablemente normal
- Brillante en la zona T pero seca en otras partes: probablemente mixta
- Roja, con picazón, ardor: probablemente sensible
Paso 4: La Prueba del Papel Absorbente
(Opcional pero Efectiva)
1. Toma un pañuelo limpio o papel absorbente y presiona suavemente en tu frente, nariz, mejillas y barbilla.
2.Examine el papel:
- Poco o nada de aceite: normal o seco
- Aceite solo en la zona T: combinación
- Aceite en todas partes: graso
Esta verificación visual confirma la producción natural de aceite de tu piel.
Paso 5: Mantén un Diario de Piel
- Rastrea el comportamiento de tu piel durante 3–5 días en condiciones normales.
- Nota los factores ambientales, la dieta, el estrés y el uso de productos.
- Esto ayuda a identificar patrones y evitar diagnósticos erróneos basados en la observación de un solo día.
Llevar un diario también te ayuda a notar cómo productos como RE-SET o tu hidratante favorito funcionan en tu tipo de piel único.
Consejos adicionales
Prueba de parche nuevos productos para confirmar la tolerancia.
Los cambios estacionales importan: El tipo de piel puede cambiar en invierno en comparación con el verano.
Chequeo de hidratación: Incluso la piel grasa necesita hidratantes a base de agua.
Conclusión
Descubrir tu verdadero tipo de piel es simple, pero requiere honestidad y observación. Una vez que conozcas las tendencias naturales de tu piel, podrás elegir los limpiadores, hidratantes y tratamientos adecuados, ahorrando tiempo, dinero y frustración.
Recuerda: tu tipo de piel no es fijo. La vida, el clima, la dieta y la edad pueden influir en él, así que verifica cada pocos meses.
Si aún te preguntas, “¿cuál es mi tipo de piel?”, prueba estos pasos hoy y combina tus resultados con productos adaptados a tus necesidades para una piel más saludable y radiante.